sábado, julio 01, 2006

The End?

Pub CrawlCuando la cerveza llega a formar parte de tu tradición alcohólica y beberte 9 pintas para conseguir una genuina camiseta del Pub Crawl se convierte en una gran aventura.

Cuando has sentido el frescor de la hierba bajo tus pies y te preguntas por qué no jugaste al fútbol descalzo antes.

Cuando necesitas refrescar las lagunas de la última noche y a veces ni 3 personas son capaces de completar el puzzle.

Cuando has tenido el placer de degustar la especialidad culinaria de cada persona y luego fregar esos platos con todo el gusto del mundo.

Cuando has probado cada una de las muffins de la tienda del campus y se te hace la boca agua cada vez que descubres un sabor nuevo.

Portobello BarbecueCuando has visto amanecer desde el gélido y apacible mar de la playa de Portobello.

Cuando un autobús entero vibra al ritmo de un sencillo himno y todos los pasajeros se sienten orgullosos de cantarlo.

Cuando has cautivado a tu familia con los encantos de Edimburgo y te comentan que conoces mejor esta ciudad que Granada.

Cuando después de todo un curso descubres que entiendes a una canadiense parlanchina que antes creías que hablaba árabe.

Cuando empiezas a creerte lo que se proclamaba sobre el tamaño de cierta zona corporal después de oírselo a todo el mundo.

Kitchen 32Cuando te has quejado mil veces de lo nauseabunda y repugnante que estaba tu cocina pero luego te sentías más orgulloso que nadie por compartirla con esas grandísimas personas.

Cuando has disfrutado con cada metro de ciudad que has pateado y cada esquina revelaba otro panorama espectacular.

Cuando por fin asimilas que los buenos amigos perduran a pesar de las distancias y el tiempo y tu familia siempre estará ahí para apoyarte y sentirse orgullosa.

Cuando no te ha importado lanzar zapatillas por las ventanas, cantarle a la cámara del autobús y aupar a tus amigos para que lleguen del principio de los asientos al final sin pisar el suelo, colocar un cono en la cabeza de la estatua de Watt, jugar a jedis con las tuberías de una obra en construcción, orinar con tus colegas detrás de la estatua de Wellington, ser expulsado de una discoteca por quedarte dormido o por cantar el “Soy minero” en los servicios a viva voz, rodar por Calton Hill porque no sabes sentarte, decorar tu cocina con una señal de tráfico o el lounge con una enorme pancarta que encontraste tirada en Princes.

Kilts PartyCuando te has paseado por las calles de Edimburgo ataviado con un kilt escocés con todo el orgullo y honra que significa y alguna escocesa borracha te lo levanta con todo el descaro.

Cuando volar a Amsterdam o Dublín llega a ser más fácil que viajar de Granada a Madrid.

Cuando no te importaba gastar 2 horas y acudir al Lidl para conseguir esos adictivos y suculentos cereales que consumías a las pocas horas después.

Cuando tu sueño igualó el escaso número de horas de la noche estival de Edimburgo porque querías exprimir al máximo cada segundo de las últimas semanas.

Cow MomentCuando has fotografiado todas las vacas de Edimburgo y luego te has montado en cada una de ellas durante las noches ebrias.

Cuando la palabra ‘curtains’ siempre te recordará algo más que esos tejidos que cubren las ventanas.

Cuando te has reído con los franceses viendo Eurovisión y el papel tan patético de nuestros representantes.

Cuando las palabras no fueron necesarias porque la miradas hablaban por sí solas.

Campus BarbecueCuando has sido aplastado por una muchedumbre tras haber jugado al Twister embutido en un traje de sumo y haber tragado 4 hamburguesas gigantes con queso en una barbacoa al aire libre.

Cuando has esperado que amaneciera cantando mil canciones tirado en la hierba mientras un italiano extraordinariamente feliz no se cansaba de tocar la guitarra.

Cuando has sido capaz de emocionar a cada persona al dedicarle una canción especial en el Karaoke.

Cuando TKMax, ASDA o incluso SportWorld te recuerdan lo baratas que pueden llegar a ser las cosas.

Heriot-WattCuando llegas tan borracho a la entrada del campus que no se te ocurre otra cosa que quitarle la L al letrero de bienvenida para que diga “We come”.

Cuando te has enamorado perdidamente y suplicarías por pasar un minuto más con esa persona.

Cuando llegas a extrañar el ruido de tus vecinos: el francés tocando la guitarra, el americano de enfrente tocando la flauta y el español poniendo la música a todo volumen.

Cuando te has emocionado con los partidos de la selección en la Union y te has cachondeado de nuevo con los franceses y su decepcionante juego pero afortunada victoria.

Cuando leer una bandera blanquiazul plagada de firmas de distinta caligrafía te arranca una sana sonrisa y un nostálgico suspiro.

Arthur SeatCuando has coronado la cima de Arthur Seat y has contemplado la mejor cara de Edimburgo sintiendo que es tu ciudad y te pertenece.

Cuando has llorado viendo cómo se marchaba cada una de esas magníficas personas que han compartido contigo tus últimos 9 meses.

Son tantos ‘cuandos’ que nos ocurrieron y que nos marcaron de alguna forma… Tantos ‘cuandos’ que nos aportaron siempre experiencias inolvidables…
Estas fueron las canciones que bailamos, que tarareamos, que siempre nos recordarán tantos buenos momentos…
Mientras que estas fueron algunas de las imágenes que permanecerán en nuestra memoria por muchos años. Lo que aquí escribí fueron muchas de esas vivencias. Sin embargo, las emociones y sensaciones no se pueden transmitir tan fácilmente. Ojalá pudierais saber cómo me siento. Cuánta gratitud, satisfacción y felicidad me embarga... Creo que puedo usar una cita de “La playa” en esta ocasión:

Arthur Seat“En cuanto a mí, sigo creyendo en el paraíso. Sin embargo ahora sé que no se trata de ningún lugar concreto. Lo importante no es a donde vas, sino cómo te sientes en el momento en que llegas a formar parte de algo. Y si encuentras ese momento, es para siempre.”

Formar parte de esto, de esta experiencia Erasmus, haber conocido este campus, esta ciudad, esta cultura, este idioma, pero sobre todo esa gente maravillosa, esa segunda planta del George Burnett Hall… eso sí es para siempre.

Gracias a todos por haber convertido estos 9 meses en la mejor experiencia de mi vida.

Me despido. Fran, Frank the Drunk, Franfrin, Franinho, Totti o quién carajo sea yo.

Nos vemos pronto. No lo dudéis.