viernes, junio 02, 2006

Just Edinburgh IV

Esto se acaba, señores. Ya se fueron algunos miembros de la peña Erasmus y en apenas 3 semanas tendré que decir adiós a esta ciudad que tanto me ha aportado.

Aunque comenté muchos de los encantos de Edimburgo en anteriores post, no quería olvidarme de algunos de los últimos hallazgos que visité y que me dejaron una grata impresión.

Roslyn Chapel

La misma iglesia que sale al final del Código Da Vinci. Roslyn ChapelSe encuentra en una comarca al sur de Edimburgo, a una media hora en autobús. Nos llevamos una desilusión cuando descubrimos que estaban reformando la fachada externa. No nos cobraron al entrar porque faltaban apenas 10 minutos para la misa del día y pudimos contemplar la fascinante mezcla de temas y símbolos, tanto cristianos como paganos, tallados en piedra que decoraban esta capilla templaria. Memorable un pilar que escenificaba cada uno de los pecados capitales. Buscamos el dichoso símbolo de la estrella que comentaban en el libro pero no lo localizamos en la entrada a la cámara inferior. Por cierto, la habitación que aparece en la película cuando los protagonistas bajan a dicha cámara no es la real. También nos encantó una especie de tumba funeraria con unos ángeles de piedra sosteniendo 6 pancartas con los motivos amor, esperanza, fe, paciencia, verdad y coraje.

Craigmillar castle

Se trata de una fortaleza escocesa bastante pintoresca que se yergue por encima de dos tramos de muralla con troneras y se localiza al sudeste de la ciudad. Realmente nos defraudó un poco su tamaño. Craigmillar CastleNos imaginábamos un castillo más colosal. No obstante valió mucho la pena la visita ya que dimos un paseo por los barrios de esta zona que apenas conocíamos. Me encanta el contraste de viviendas conforme te alejas del centro. Cada vez te encuentras casas más grandes y de planta diferente, con preciosos jardines que se esconden tras diminutas vallas y que en ocasiones presentan motivos decorativos como gnomos de jardín o animales de piedra. Aún me sorprende esa confianza en los transeúntes. En España no sé lo que durarían los gnomos de los jardines en pie…


Edinburgh Zoo

Edinburgh Zoo & PenguinsDecidimos acercarnos un día al zoo. La atracción estrella era ver a los koalas que acababan de traer. Mucha expectación y al final resultó que sólo eran 2 y estaban magistralmente escondidos tras unas ramas y fue imposible observarlos con claridad. De todas formas, pasamos un buen rato con los pingüinos, mareándolos con el sencillo juego de hipnotizarlos con el dedo mientras ellos no paran de seguir tu mano. Estaban todos obsesionados con transportar piedras hasta los nidos. Como diría en Granada, vaya pingüinos más collejos…

Edinburgh Zoo & ZebrasLos que nos dejaron embobados fueron los chimpancés. Tienen una especie de mini hábitat con forma de barco repleto de cuerdas y lianas. Había uno en concreto que parecía excitado y no paraba de gritar y saltar. Qué risa. También pasará a la posteridad la pelea entre Bárbara y un orangután a través del cristal a base de puñetazos. Estuvo entretenido el día, desde luego.



Inverleith Park y Royal Botanic Garden

Inverleith ParkUno de los parques más grandes de Edimburgo y también desapercibido por los turistas. Se encuentra en el noroeste de la New Town. Enormes explanadas de hierba donde es frecuente presenciar partidos de rugby. Un placer pasear por sus senderos para acabar en un bonito estanque donde quedarse boquiabierto con una linda puesta de sol. Uno de esos momentos de ensueño que se antojan imposibles. Sin duda alguna, uno de los descubrimientos más gratos de la ciudad.

Cheesemonger!Una de sus salidas desemboca precisamente en la entrada del Royal Botanic Garden, el jardín botánico de la ciudad, una delicia vegetal, por describirlo de forma exagerada. La entrada es gratis, como en la mayoría de los museos en Escocia. Precioso el jardín rocoso y los invernaderos victorianos con multitud de especies vegetales exóticas. Increíble una de las tiendas que se localizan cerca del parque: Una cheesemonger, o sea, una tienda específica de quesos donde podías comprar quesos de todo Reino Unido y otros lugares europeos. Mi sueño hecho realidad, básicamente. De España sólo tenían el queso manchego. Compré 200 gramos de una especie de queso de cabra escocés llamado Brucklay por 4 libras. Bastante caro, pero estaba de fábula…

East Area

26 Route CollegeEsta es una de esas zonas que apenas frecuentamos por encontrarse lejos del centro pero que merecen mucho la pena. Los barrios se componen de viviendas unifamiliares bastante lujosas de diseños diferentes. De nuevo me llaman la atención los jardines, que parecen sacados de las series americanas, aunque las fachadas son auténticamente británicas. Aquí encontramos el estadio de rugby de Murrayfield pegado a las pistas de hockey donde alguna vez hemos ido a patinar; pero si algo destaca sobremanera es un impresionante edificio que parece sacado de un libro de Harry Potter. Descubrimos que se trataba de un colegio para sordomudos.

North Area

Port ZoneLa zona norte de la ciudad es menos atractiva pero también tiene su encanto. Todo el camino desde Princes hasta el puerto es bastante tranquilo, barrios residenciales con algún que otro colegio y cementerio que se intercalan hasta llegar al principio de Leith, esa genial calle donde encontrarás restaurantes de todas las nacionalidades. Me llamó la atención una plaza con un enorme mural en la pared con multitud de escenas históricas. El paseo marítimo no es muy espectacular. Lo más destacable es Ocean Terminal, el gran centro comercial del puerto.

Y aquí lo dejo por hoy. Esta ciudad tiene tantos rincones y lugares sorprendentes que podría hablar horas y horas. En fin, os pongo un video aquí al lado con los progresos de Nessie, el submarino. Ya al menos no se hunde. Algo es algo...

Un abrazo!