jueves, octubre 27, 2005

Finding Heriot-Watt

Heriot-Watt, mi universidad aquí en Edimburgo. Quería escribir contando cómo es este lugar, pues pasaré aquí los siguientes 8 meses y prácticamente me sentiré como en casa (aunque eso es complicado, las comidas no se pueden comparar, jeje). Es un post largo, así que coged provisiones…

El campus de la universidad no es demasiado complejo una vez que te lo has pateado un par de veces. Main ReceptionLos edificios con los laboratorios y las aulas se extienden en la parte este, rodeando el lago; mientras que las residencias se encuentran en la parte oeste un tanto apartadas, cerca de los prados. Justo en la mitad se encuentra el área de recepción, con la parada de los autobuses, que es el eje central del campus. Aquí enlazo un mapa describiendo las zonas y presento la foto de la entrada.

Lo que más me llamó la atención nada más llegar fueron las zonas verdes. Aquí prácticamente todo se encuentra rodeado de vegetación; ya sean los amplios parques y frondosos campos que se esparcen cerca de los halls o los jardines que acompañan los caminos que conectan todo el campus. De hecho no es extraño ir paseando por la acera y descubrir que se cruza ante tus narices un conejo o ¡una ardilla! Cada vez que veo una, paro, me quedo estupefacto con la boca abierta y la sigo con la vista hasta que desaparece… y el caso es que parece que todos los demás estudiantes están ya acostumbrados, porque ni se inmutan. ParqueCuando me ven a mí pasmado seguro que se preguntarán “¿qué verá de especial en esa simple ardilla?”. Hay quien incluso ha visto zorros… Otros animales a los que estoy empezando a acostumbrarme son los cuervos. Cuando vas andando hacia las clases, es frecuente encontrar un montón revoloteando sobre los árboles del parque que hay junto a mi residencia y a veces acojonan un poco. Empiezan a graznar todos y me recuerda a “Los pájaros” de Hitchcock… aunque quizá lo que más tema sea que alguno deposite sus necesidades en mi cabeza...


Con los patos y cisnes
Y hablando de animales, también tengo que mencionar los patos y cisnes que se encuentran en la zona del lago. Si te paras un rato cuando paseas por allí los muy gañanes enseguida nadan hacia ti en busca de comida. Incluso es usual verlos moverse por los caminos cercanos al lago tan campantes y tan resueltos... Me hacen mucha gracia. La verdad es que parezco un crío; me quedo embobado siempre…


Campos de fútbol
Luego también estoy enamorado del césped natural de los campos. Organizamos partidos de fútbol con la peña del hall cada semana y es una gozada jugar en él y saber que si te caes, no te dejas la piel (es más, hasta gusta tirarse). También es asombroso no encontrar por ningún lado aspersores. Claro, como siempre está lloviendo, así ahorran en agua…

Por otro lado, los edificios con las aulas no son amplios vestíbulos con clases gigantes (y menos en rampa) sino que son simples bloques (de no más de 3 plantas) repletos de estrechos pasillos y muchas, muchas puertas. De hecho me he perdido más de una vez intentando encontrar alguna clase o simplemente buscando la salida. Es curioso que en algunos pasillos existan ventanales desde los que puedes observar los inmensos laboratorios (de química, electrónica, mecánica, robótica,...) y ver a la peña currando. También resulta impactante localizar al menos una zona de libre acceso con ordenadores en cada sección. Y vaya pedazo de máquinas… se me cae la cara de vergüenza recordando el libre acceso de Granada… Otra curiosidad es que a veces te encuentras salas grandes con sillones y máquinas expendedoras. Management BuildingSi llegas a alguna clase antes de tiempo, te compras un cafetito y te lo tomas tranquilito tumbado en tu sillón mientras te lees el periódico del día. Eso es cuidar al alumno…

Para que veáis alguna fachada pongo como ejemplo el edificio de Management (todavía no tengo fotos del edificio de mi laboratorio).


Además es sorprendente la forma en la que tienen conectados los edificios. Puedes fácilmente ir desde el hall de recepción hasta el departamento de matemáticas (en el extremo opuesto del campus) sin mojarte. Existen pasillos entre edificios que incluso atraviesan una acera. Aquí lo tienen todo muy cuidado y el colmo de los colmos es el suelo. Siempre moqueta: las clases, los pasillos, la residencia, las habitaciones… Puede sonar arriesgado, pero aquí está absolutamente controlado. El sistema de seguridad es extremadamente precavido y también exageradamente absurdo. Algunos ejemplos:

1) En todos los edificios tienen al menos 3 salidas de emergencia y perfectamente señalizadas. De hecho en cuanto abres alguna, salta una alarma. En una ocasión, andaba completamente perdido buscando una clase y abrí una puerta de emergencia sin darme cuenta. Saltó de repente la alarma y me quedé petrificado. En cuestión de 20 segundos llegó un vigilante a investigar. Lo único que pude decir fue “It was my fault”, él se rió y continué mi camino…

2) Cada vez que las limpiadoras friegan, colocan unos especies de pivotes naranjas con una inscripción de “caution, wet floor”. Te los encuentras por todos lados. La verdad es que esto sí se agradece.

3) El campus entero está plagado de carteles advirtiendo sobre la meningitis, de hecho cuando me registré (después de pasar por 8 colas distintas de papeleo) llegué a la cola especial médica y tuve que rellenar un folleto que me preguntaba por vacunas y enfermedades chunguísimas (que no conocía ni Dios) y preguntas tan ridículas como cuánto alcohol bebo a la semana…

4) En todas las habitaciones (tanto aulas como dormitorios/cocinas/pasillos) tienen detector de humos y en cuanto alguno se dispara, activa la alarma general (que suena en todos los cuartos) y todo el edificio tiene que ser evacuado en menos de 3 minutos. Al principio me asombró tanto control de seguridad en ese aspecto pero llega a ser un engorro… Se realizan simulacros cada dos semanas y no hace mucha gracia que te despierten a las 7:30 y tengas que salir a la calle, muerto de frío, con lo primero que pilles mientras la dichosa alarma te taladra los oídos... El otro día se disparó a eso de las 4 de la madrugada (al parecer algunos patanes estaban fumando en un pasillo) y vino hasta un furgón de emergencia. Nos echaron una severa reprimenda a todos en la calle y hasta nos advirtieron sobre drogas y otras cosas… George Burnett HallSon tan ridículos con la seguridad… otro ejemplo que acabo de recordar: un día se fue la luz a eso de las 8 por algún problema en el generador. Se pusieron nerviosos y ¿qué hicieron? Obvio: Desalojar las residencias y anular las clases de ese día. La luz volvió en cuestión de una hora, pero para entonces, los españoles ya estábamos rumbo de la ciudad, jeje.
Por cierto, una fotillo de mi residencia, antes de que se me olvide. Tiene pinta de albergue rústico, ¿no?


Volviendo al tema del campus… encontramos aparte de edificios de aulas y residencias, un hall donde se localizan los servicios útiles: cafeterías, comedor, restaurante, bar, tienda, librería, banco, agencia de seguros, peluquería (sí, indispensable…) y otro como centro de reuniones de estudiantes con un Pub y una discoteca, El Union.

Finalmente cierra el conjunto de centros la chaplaincy, la biblioteca y el Sport Centre.

Se supone que en la chaplaincy (se podría traducir como capellanía) imparten misas y organizan actividades en grupo. Por ejemplo, todos los miércoles dan un tipo de comida típica nacional gratis a los estudiantes (aunque yo todavía no me he pasado…). Sólo fuimos una vez, porque podías conseguir cubiertos, platos, vasos y sartenes gratis para la cocina (con la condición de devolverlos al final de curso). Pero lo hicimos demasiado tarde y apenas cogimos platitos y cucharitas para el té y un par de cuchillos. Es por eso que en nuestra cocina nos tenemos que arreglar con 3 platos (siendo 5) y apenas un par de cazos y sartenes para cocinar. Tienes que pedir número para poder usar alguno…

El Sport Centre no está mal. Tiene lo típico: un par de gimnasios, salas de cardio y musculación, anexos con pabellones y campos para tenis, rugby y fútbol y 8 pistas de squash. Sports CentreMe he aficionado a este últimamente y tengo que decir que es seguramente el deporte en el que más haya sudado. Sobre todo, muy rápido y divertido.

Por otro lado, también hay clubes específicos de deportes. Yo estoy apuntado en el de Aikido. Sí, has leído bien… Aikido.
Por si alguno no lo sabe, es un arte marcial japonés orientado a la defensa, en el cual el defensor redirige el movimiento y la energía del ataque a su oponente. La verdad es que no se me da muy bien memorizar las técnicas. Soy bastante torpe, pero tengo mucho entusiasmo en aprender algo de defensa personal. Algo es algo…También me quise apuntar al club de esgrima, pero llegué tarde para inscribirme. Más adelante descubrí que incluso había club de ¡tiro con arco!, una lástima…


Finalmente, la biblioteca. Todavía no la he investigado a fondo. Sé que tiene 3 plantas pero sólo visité 2. Pregunté el otro día cuántos libros podía sacar a la vez y me dijeron que ¡15! De momento sólo he sacado 3, uno de gramática, otro de vocabulario en inglés y uno de Sherlock Holmes (“His last vow”) que leo poco a poco. Tengo un mes para devolverlos, así que sin problema…

Bien, creo que eso es todo a grandes rasgos, aunque seguro que me dejo algo en el tintero… Espero que con este resumen os hayáis hecho una idea de cómo es este campus.

Dejo más fotos en la página de flickr.

Nos vemos!!

domingo, octubre 23, 2005

I love Edinburgh

¡Muy buenas a todos! Por fin monté el blog. Ya iba siendo hora.

Sí, sí, has leído bien. El título del blog es "¡Lavín compae vieho qué wapo!". Una frase auténtica granadina que me estoy encargando de enseñar a los erasmus, para que se haga famosa por toda Europa :) y aparte del llamativo título, también he añadido algunas opciones en javascript en la barra lateral, como las citas, los enlaces, mis avatares favoritos o blogs de amigos. Algunas me están dando problemas en Firefox, aunque en el Explorer va todo bien (qué rabia...).
De todas formas, no es lo esencial del blog. Muchos me andaban preguntando cómo me va por aquí y creo que lo mejor es escribir aquí para responder a todo el mundo.
Llevo 24 días en Edimburgo, aunque a mí me parecen unos 2 meses. Estas primeras semanas han sido trepidantes: muchos cambios, muchos papeleos, mucha marcha, muchas caras nuevas, mucho deporte y también mucho frío…

Pero bueno, intentaré hacer un resumen para poneros en situación:

Llegué el 29 de octubre a Edimburgo con los demás andaluces (Javi, Nando y Pablo) sin estar matriculado en la Heriot-Watt (La universidad en la que estudio) y sin residencia confirmada. Tras salir del aeropuerto nos vinimos directamente para el campus en taxi. Se encuentra a las afueras de Edimburgo, a unos 25 minutos de la ciudad en autobús y sólo 10 desde el aeropuerto.

Nada más llegar preguntamos en recepción pero ya se había ido la coordinadora de Erasmus y en la oficina de alojamiento no podían asignarme una habitación pues no me encontraba matriculado. Así que la primera noche tuve que alquilar una habitación en el campus, aunque la verdad es que dormí bien poco…

Esa noche la liamos. Fuimos encontrando más españoles por el campus y montamos una especie de macro botellón en la sala de estar de una de las residencias, donde fueron apareciendo poco a poco un montón de erasmus asombrados de tanta alegría. La noche acabó en la discoteca del campus, ‘The Union’ con todos bastante contentos. Buen comienzo…

Por fin el segundo día logré localizar a la coordinadora de relaciones internacionales, la misma que no me había respondido los treinta correos que le envié solicitando confirmación de la solicitud de registro. Y nada, que allí tenía ella mi solicitud tan campante. No me enteré bien de cuál fue su excusa, algún problema con la bandeja de entrada de su correo. Fuera como fuera, me ingresó en la base de datos de la universidad de forma que ahora ya podía solicitar alojamiento. Me dirigí de nuevo a la oficina de acomodación y para mi sorpresa, me asignaron precisamente la misma residencia donde montamos la fiesta: George Burnett Hall, Room 222; prácticamente colindante con la sala de estar (cada residencia tiene un lounge, una sala de estar con televisión y sillas cómodas para echar el rato).

Así que estupendo, porque aquí además están la mayoría de los españoles y tenemos monopolizado el lounge. Por otra parte, las habitaciones no están mal: cuarto de baño interior básico, mesa de estudio grande, estantería amplia con una Biblia incluida (sí, una holy bible de regalo), armario y cómoda, mesita de noche y cama con almohada y nórdico. Me ocurrió una anécdota curiosa precisamente con eso. Resulta que en mi habitación faltaban las sábanas con el nórdico, así que fui a recepción a reclamar. Al llegar le dije “Excuse me, i have a problem because in my room there is no sheet (sábana)” pero pronuncié sheet como shit (mierda). Así que el pobre hombre entendió “En mi habitación no tengo una mierda”. Se lo repetí tres veces mientras observaba su cara de estupefacción hasta que por fin Pablo me corrigió y se arregló el malentendido. Una de las cosas que tengo que mejorar cuanto antes aquí es mi penosa pronunciación de inglés.

Por otro lado, en la residencia tenemos una cocina asignada por cada 5 estudiantes. Yo la comparto con Javi (mi compañero de proyecto) y con 3 franceses. Esa es otra; es asombrosa la cantidad de franceses que pueblan el campus. Son mayoría, luego te encuentras en menor cantidad chinos/japoneses, españoles, alemanes e italianos (en ese orden).

De momento, el grupillo de erasmus que nos solemos juntar para salir de marcha y estar en el lounge está formado por 11 españoles (aquí sí somos mayoría), 6 franceses, 3 italianos, 2 alemanes, 1 canadiense, 1 noruego y 1 griego. Así que es inevitable practicar inglés normalmente (por lo menos en la cocina).

Aquí en la foto podéis ver al grupo erasmus en plena euforia en el autobús de camino a una discoteca en la ciudad. En esa ocasión, armamos tanto follón que el conductor paró el autobús, se levantó y nos dijo que hasta que no nos calláramos no continuaba el trayecto. Se bajó y dio un paseo de unos 3 minutos; cuando por fin se hizo el silencio, continuó. Se nota que los Erasmus hemos venido pisando fuerte…

Al final he perdido el hilo de la historia. Pensaba contar más cosas de la primera semana pero me vienen a la mente tantas anécdotas y curiosidades del campus... Tengo que conseguir más fotos de la peña (olvidé mi cámara en Granada) y poner algún paisaje del campus y Edimburgo. Todo verde, mires donde mires. Adoro esta ciudad, cada día me gusta más, aunque tenga el tiempo que tiene…

En fin, me voy despidiendo. Quiero contar en cada post algunas de las peculiaridades y costumbres escocesas que más me impresionan.

Un saludo a todos. Os echo mucho de menos.

¡Nos vemos!