Curious
Hola a todos. Edimburgo no deja de sorprenderme. Ya sea por lo pintoresco de sus calles, el estructurado modo de vida de su gente o el inexistente sentido estético de las escocesas a la hora de combinar su vestuario. Sin embargo hoy quería comentar 6 fotos curiosas; O al menos a mí me resultan bastante peculiares. Comenzamos el top 6:
La siguiente foto no tiene precio. Se la debo a Johann, un francés que realizó un viaje cerca del Lago Ness y encontró este cartel tan pintoresco a la entrada de una aldea. La primera impresión es pensar “venga ya, tiene que ser una broma”. Pero aquí son tremendamente rigurosos con sus restricciones. Así que me lo creo perfectamente.
Al menos en la residencia ya no estamos seguros de si podemos respirar sin cometer alguna infracción. Te multan por beber, fumar o armar escándalo, hasta 50 libras creo recordar. En el último toque de atención hasta prohibieron tocar la guitarra… Pues eso, que les encantan las prohibiciones.
Ya hablamos en su momento sobre la estrafalaria comida escocesa y la predilección por embutir cualquier tipo de comida en latas. Aquí tenéis una buena muestra de productos enlatados. Ni más ni menos que mi armario de la cocina después de haber hecho la compra. Todos productos ASDA Smart Price, es decir, lo más barato que se puede encontrar en Edimburgo, porque señores, hay que economizar en el Erasmus. Llama la atención el Nesquik vainilla o de banana. También merecen mención especial los ‘waffers’ de la pantera rosa que son equivalentes a las tradicionales barritas de galletas de coco españolas, sólo que con sabor a vainilla más que artificial. Observamos también los baked beans, hot dogs, patatas cocidas y postres de frutas. Detrás encontraríamos botes para acompañar la pasta o el arroz: salsa bolognesa, pasata italiana, curry con ternera o albóndigas con tomate. Casi todo en lata, claro.
Le toca el turno a los dichosos cereales ‘Shredded Wheat’. Los compré por equivocación pensando que estaban rellenos de chocolate y me encontré después con un conglomerado de maíz triturado que sabía realmente a ¡cáscara de pipas! En serio; era como masticar cáscara de pipas! Lo probé en leche pero aquello seguía siendo repugnantemente incomestible. Total, que decidí regalarlo antes que tirarlo. Lo gracioso fue que nadie quería aquello. Paseé la caja por media residencia y al final se la coloqué en las manos a Jean Paul, un francés que habla muy bien español y me esfumé antes de que me preguntara “¿pero esto qué es?” No sé si habrá tirado aquella porquería de cereales pero ya me da igual. Todavía me sigue sorprendiendo que alguien pueda comprarlos…
Con la última foto me despido. Por cierto, no os perdáis el video del Michael Knight en el lateral versionando ‘Hooked on a feeling’. No tiene desperdicio. Chungo, pero tela chungo.