sábado, diciembre 03, 2005

Just Edinburgh II


“Edimburgo es lo que París desearía ser". Con estas palabras elogiaba Robert Louis Stevenson su ciudad natal, en la que al parecer se inspiró para escribir "Dr Jekyll y Mr. Hyde". Ciertamente Edimburgo es una ciudad preciosa. Resulta inconcebible intentar transmitir la majestuosidad de sus paisajes y la imponencia de sus calles. Pero aún así me gustaría que os formaseis una idea comentando algunos detalles interesantes.

Un aspecto curioso y algo macabro es el hecho de que resulta habitual encontrar cementerios en plena ciudad. Ya contabilicé unos 4; uno de ellos precisamente en plena Princes Street. No deja de ser peculiar la impresión tétrica, misteriosa y escalofriante que transmiten las lápidas y tumbas rodeadas de árboles caducos mientras vas paseando tranquilamente por la calle. Nada mejor para apreciar esta sensación que observar esta foto. De nuevo, gracias a Dobar.


Una virtud que presenta esta ciudad es su estructuración. Partiendo desde Princes Street puedes plantarte donde desees en no más de 20 minutos.
Si te diriges desde aquí hacia el sur visitas la zona conocida como ‘Old Town’, realmente la más monumental y antigua, con el castillo, la Royal Mile, la universidad de Edimburgo y también la zona con mayor concentración de clubs y pubs (ya hablaré de eso otro día). Encuentro tremendamente pintorescas las casas con sus chimeneas, tejados y ventanitas. Todo aquí guarda el mismo estilo. Edinburgh StreetAlgunos bloques presentan dos entradas: las típicas escalerillas con el rellano para acceder al primer piso y unas escalerillas laterales para bajar directamente a la planta baja. Muchos locales se encuentran hospedados en los pisos inferiores de los edificios y puedes entrar directamente desde la calle.
Otra cosa sorprendente es la limpieza en las calles. Es raro encontrar alguna vez algún tipo de suciedad. La conciencia urbana y pulcritud de los escoceses es francamente encomiable, y eso que todavía no vi a ningún barrendero por la calle…

La zona norte de la ciudad, ‘New Town’ es sin duda la que menos he visitado. Lo más accesible son directamente las calles paralelas a Princes: George y Queen Street. En ambas se reúnen prácticamente la mayoría de los grandes bancos, tiendas de anticuarios, salas de subasta, restaurantes de diseño y también bastantes pubs tradicionales.
Sherlock HolmesUn día que se fue la luz en el campus y desalojaron todas las residencias (están locos estos escoceses) nos propusimos investigar esta zona y acercarnos al puerto.
Nada más acabar Queen Street nos encontramos con una sorpresa: El pub ‘Conan Doyle’ y la estatua de mi venerado Sherlock Holmes al lado. Así que nada, foto al canto. Esto es debido a que Sir Arthur Conan Doyle es escocés y aquí uno de los escritores más queridos, junto a Walter Scott, Stevenson y Robert Burns.

Proseguimos nuestro rumbo por la interminable y ancha Leith Street. Esta calle conduce directamente al puerto pero es tremendamente larga. Puedes encontrar en ambas aceras cualquier cosa que necesites. Alhambra BarEstá plagada de supermercados, tiendas y alguna que otra iglesia que incluso pasa desapercibida con el ambiente urbano. Lo que llama la atención de esta calle y de todo Edimburgo en general es la uniformidad de la altura de los edificios. Es difícil localizar un bloque de más de 3 plantas de altura. Han respetado perfectamente las fachadas grises, apagadas y la constitución arquitectónica y antigua de los edificios de forma que toda la ciudad te impregna de historia, de pasado. Es increíble comprobar que nada desentona en este ambiente. Aunque a nosotros nos llamó la atención poderosamente un bar. Cómo no, los granadinos aprovechamos la ocasión para fotografiarlo, jeje.

Finalmente tras cruzar por un barrio un tanto chungo y dejar atrás otro cementerio, llegamos al puerto. Lo cierto es que nos defraudó. Esperábamos ver algún paseo marítimo espectacular pero nos encontramos con apenas un canal y cuatro barquitos. Leith PortHabía sin embargo una explanada gigante con un edificio administrativo descomunal y un mercado portuario con restaurantes y pescaderías. Sin embargo lo que nos cautivó desde el primer momento fue una especie de figura decorativa formada por una barca sobre un pez chungo. No pudimos resistir la tentación de hacernos una foto momento ‘Titanic’, jeje.
Más adelante comprobé que la zona de lujo costera quedaba más al oeste, donde construyeron un centro comercial gigante, ‘Ocean Terminal’ que alberga entre otras atracciones la visita al antiguo yate real ‘Britannia’. Aunque la impresión que me dio fue que el Neptuno de Granada es más grande.

En fin, no me quiero alargar más, así que de nuevo dejo el resto de comentarios sobre nuestros hallazgos urbanos para otro post: Just Edinburg III. A no ser que lo titule ‘lost in Edinburgh’. Ya veremos…

¡See You!